Según Gayo, plebiscitum
est quod iubet atque constituit – plebiscito es lo que la plebe ordena y
establece. De acuerdo con su etimología esta palabra designa propiamente una decisión
tomada no por el pueblo entero, sino por los plebeyos, y así fue en un
principio.
El tribunado fue creado en el año 494 a. c., y
los tribuni procedieron a convocar a
la plebe en asambleas, de ahí el origen de los plebiscitos que al inicio solo
obligaban a la plebe, pues los tribunos no tenían poder para convocar a los
patricios. Sea como fuere, estos comicios van cobrando fuerza, aunque no se las
dieran los patricios; prueba de ello es que a ley Valeria Horatia de 449 a. c.,
disponiendo nuevamente que los plebiscitos debían ser acatados por todo el
pueblo romano y no solo por la plebe. A partir de esa fecha los plebiscitos
fueron la obra de pueblo entero. Desde entonces también se les puede dar la denominación
de ley y, en efecto, obra de ellos son, entre otra las siguientes leyes: Cincia,
Voconia, Falcidia, Aquilia.
En estos comicios se votaba por tribus, pero para
que los patricios tuvieran la preponderancia, junto con la clase rica, a los
pobres se les domicilio en las cuatro tribus urbanas, así fue como el censor
Tiberius Gracchus concentro a todos los libertos en la tribu Esquilina.
Como en el caso de las leyes, los plebiscitos
tomaron el nombre del magistrado que lo había propuesto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario